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¿Por qué la política de drogas debe basarse en el principio de reducción de daños en lugar de adoptar una política prohibicionista?

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Tlaleng Mofokeng, Relatora Especial de las Naciones Unidas, ha dejado claro que la política de reducción de daños es una estrategia más efectiva y humana que las políticas punitivistas tradicionales. En miras del 56º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos que se llevará a cabo desde el 18 de junio hasta el 12 de julio de 2024, se ha publicado un informe que insta a los Estados a priorizar la salud y el bienestar de las personas que consumen drogas, así como de la comunidad en general, por encima de la aplicación de medidas punitivas.

¿Pero por qué esta postura?

Enfoque de Salud Pública

La reducción de daños tiene como objetivo minimizar los efectos negativos asociados con el consumo de drogas. En lugar de castigar a las personas usuarias, este enfoque prioriza su salud y bienestar, así como el de la comunidad en general. Al proporcionar servicios de salud accesibles y apoyo, se crea un ambiente más seguro y saludable para toda la sociedad.

Las políticas punitivas, por el contrario, a menudo exacerban los problemas de salud pública al marginar a las personas usuarias y disuadirlas de buscar ayuda.

Prevención de Enfermedades y Muertes

Los programas de reducción de daños han demostrado ser efectivos en la prevención de enfermedades y la reducción de las tasas de mortalidad. Iniciativas como el intercambio de agujas y jeringas, la prevención de sobredosis y el tratamiento de sustitución de sustancias juegan un papel crucial. Estas intervenciones previenen la transmisión de enfermedades como VIH y hepatitis, y reducen significativamente las muertes por sobredosis.

En cambio, la política punitivista no aborda estos problemas de salud y puede incluso agravarlos al impedir el acceso a estos servicios vitales.

Inclusión y Respeto de los Derechos Humanos

Al centrarse en la salud y el bienestar de las personas que consumen drogas, la reducción de daños promueve la inclusión y el respeto de los derechos humanos. Este enfoque combate la estigmatización y la marginalización, promoviendo un entorno de no discriminación.

Las políticas punitivas, sin embargo, tienden a criminalizar a los usuarios, perpetuando su exclusión social y violando sus derechos fundamentales.

Eficiencia y Efectividad

La eficacia de los programas de reducción de daños es bien documentada. Han demostrado ser eficientes en la prevención de enfermedades, la reducción de daños a la salud y la promoción de la seguridad. Estos programas son estrategias efectivas para abordar los desafíos relacionados con el consumo de drogas, ofreciendo resultados positivos que las políticas punitivistas no han podido lograr. Este enfoque no solo es más humano y justo, sino también más efectivo y sostenible a largo plazo que la política punitivista que impera en nuestro país.

Las medidas punitivas, además de ser costosas, no han demostrado eficacia en la reducción del consumo de drogas ni en la mejora de los resultados de salud pública.

El Impacto de la Política Punitivista de Drogas en la Disponibilidad de Medicamentos

Las leyes y políticas punitivistas en materia de drogas pueden tener un impacto significativo en la disponibilidad de medicamentos, particularmente aquellos utilizados en el tratamiento del dolor y los trastornos relacionados con el consumo de drogas. Veamos por qué:

Acceso Restringido a Medicamentos Esenciales

Las restricciones legales y regulatorias sobre ciertas sustancias controladas pueden limitar el acceso de las personas a medicamentos esenciales para el alivio del dolor y el tratamiento de trastornos por consumo de drogas. Estas limitaciones pueden llevar a una falta de tratamiento adecuado para quienes más lo necesitan, agravando su sufrimiento y dificultando su recuperación.

Obstáculos en la Prescripción y Dispensación

Las regulaciones estrictas sobre la prescripción y dispensa de medicamentos controlados pueden dificultar que los profesionales de la salud brinden el tratamiento adecuado. Estas barreras pueden impedir que las personas reciban la atención médica necesaria y afectando negativamente su calidad de vida, ya que los médicos pueden sentirse restringidos o temerosos de recibir sanciones legales.

Impacto en la Atención Médica

La disponibilidad limitada de medicamentos necesarios para tratar el dolor y los trastornos relacionados con el consumo de drogas pueden afectar la calidad de la atención médica. En contextos donde las regulaciones son restrictivas o están mal implementadas, las personas pueden no recibir un manejo adecuado del dolor y otros problemas de salud, lo que deteriora su bienestar general.

Desafíos en la Gestión de Enfermedades

La escasez o falta de acceso a medicamentos esenciales pueden complicar la gestión de enfermedades crónicas o agudas. Esto tiene un impacto negativo en la salud y el bienestar de las personas que requieren tratamiento farmacológico, al dificultar el control efectivo de sus condiciones médicas y potencialmente empeorar sus pronósticos.

CONCLUSIONES

La política de reducción de daños es una estrategia eficaz que prioriza la salud y el bienestar de las personas que consumen drogas, previniendo enfermedades y muertes, promoviendo la inclusión y el respeto de los derechos humanos, y demostrando una notable mejora de la salud pública. Por otro lado, la política punitivista en materia de drogas restringe el acceso a medicamentos esenciales, obstaculiza la prescripción y dispensa, y afecta negativamente la calidad de la atención médica, complicando la gestión de enfermedades crónicas y agudas. Adoptar un enfoque de reducción de daños no solo beneficia a las personas que consumen drogas, sino que también fortalece el sistema de salud en su conjunto.

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